Y después del ciclo, el espacio retorna a su origen, al uso cotidiano de la ciudad. La exposición se intervino, se rompió, se robó. De eso se trata, de la interacción con los agentes que transforman los espacios y activan los lugares con sus dinámicas. Gracias a los artistas que han participado, que se suman en el proceso de construcción conjunta, para usar un lugar común, esto no habría sido posible sin ustedes, sin su compromiso, su actitud para hacer de la ciudad, como decía Gustavo Zalamea, una utopia. Gracias, y seguiremos con la proxima, que de antemano se dice, será en otra pared, así que si tienen una para proponer, entramos a concertar.
Unas palabras de Zalamea, a propósito de la invalorable contribución de los artistas a este proyeto
«Al estructurar, al definir formas, al diseñar, al ordenar, el artista tiene el poder de pensar una realidad distinta y mejor, el compromiso de buscar, con los medios que estén a su alcance, procesos artísticos y comu-nicativos sobre los que pueda construirse el tejido de una verdadera ciudad. Porque ésta no es únicamente labor de arquitectos y urbanistas. Si la ciudad se extingue, los artistas serán los primeros en desaparecer con ella. La ciudad es su hábitat natural, su ecosistema. Los artistas que de algún modo renuncian a la institucionalización y al aburguesamiento, los que no tienen como objetivo central el éxito económico, los que ambicionan no sólo entrar a la historia del arte sino provocar y conformar las imágenes, la conciencia y la cultura de su comunidad, aquellos que tienen la fuerza y la capacidad de imaginar y de crear, deben intentar, entre otras cosas, la Utopía.» Gustavo Zalamea.